Por Christian Barragán
Estudiantes de quinto semestre del programa de Medicina de la Universidad Icesi aprendieron sobre la medición de la calidad del aire en Cali, por medio de la iniciativa ciudadana llamada Tángara
El pasado martes 17 y miércoles 18 de mayo, cerca de 80 estudiantes de quinto semestre del programa de Medicina de la Universidad ICESI, que estudian el módulo Toxicología clínica y Salud Ambiental, por medio de un encuentro virtual, aprendieron sobre ciencia ciudadana y medición de calidad del aire.
Los invitados fueron los miembros de Tángara, un movimiento ciudadano que busca sensibilizar a la población caleña sobre la importancia de la calidad del aire y el impacto en la salud pública, por medio de la construcción e instalación de sensores ciudadanos de bajo costo en los hogares caleños y posterior monitoreo y análisis de los datos.
El docente del módulo, Yoseth Ariza Araújo, calificó el espacio como “pertinente y oportuno, especialmente para el contexto de nuestra ciudad que se encuentra en una fase acelerada de crecimiento urbano, lo que trae enormes retos para garantizar los derechos ambientales de la población, en particular de los grupos más vulnerables: menores de edad, adultos mayores y personas con enfermedades de base”.
El módulo, que en sesiones anteriores analizó el impacto a la salud de las emisiones del botadero de Navarro, tiene el propósito de acercar a los estudiantes a la comprensión del impacto del medio ambiente en la salud y en este caso, llevar al aula formas concretas y factibles de participación como ciudadanos y como profesionales de salud en proceso de formación.
«Conectar la ciencia con la participación ciudadana es importante porque es una problemática que nos compete a todos y la posibilidad de estar implicados en el proceso de recolección de la información genera conciencia frente a una problemática que requiere de nuestra atención y de nuestro trabajo”.
Gabriela García, estudiante del curso de Toxicología en el quinto semestre de Medicina de la Universidad ICESI.
Por su parte, Ghisliane Echeverry Prieto, científica ambiental y directora del comité científico de Tángara, afirmó que “los estudiantes de Medicina en el ejercicio de su profesión tienen unas oportunidades importantes al sensibilizarse, porque en las enfermedades respiratorias agudas no solo hay responsabilidad de cuidados a nivel particular, sino que también están determinadas por el contexto, en este caso por lo que hay en el ambiente”.
Para el docente Ariza, “es inaplazable incorporar en el ejercicio clínico cotidiano, en la planeación de los servicios, y en la toma de decisiones de tipo poblacional, el conocimiento sobre la calidad del aire y en más específicamente la información de recolección rutinaria sobre el aire que respiramos en nuestros lugares de residencia, trabajo, esparcimiento”.