La actividad, a la cual asistieron un total de 200 personas en los tres días de debate, permitió el intercambio de experiencias, la creación de líneas de cooperación y la definición de estrategias de acción para la justicia climática.
Del 10 al 12 de agosto, se llevó a cabo el primer Encuentro Internacional Ciudadano por el Aire Limpio, en Bogotá, Colombia. La iniciativa se realizó con el objetivo de fortalecer la conexión entre calidad del aire y justicia climática, asimismo, de intercambiar aprendizajes y crear redes internacionales de colaboración.
El encuentro reunió a jóvenes, investigadores, representantes de la sociedad civil, de la cooperación internacional y funcionarios públicos de Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Brasil y México. Esta fue una actividad de AIDA (Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente), El Derecho a No Obedecer, proyecto de la Corporación Otraparte, Trébola Organización Ecológica, Coalición Respirar, El Poder del Consumidor y la Fundación Heinrich Boll.
El primer día de la agenda de actividades fue abierto al público, con la participación de 200 personas y constó de cuatro conferencias, tres paneles de debate y una exposición de iniciativas.
En dicha exposición, Tángara contó con la presencia de Camilo Villa, Carolina Salcedo y Andrea Bernal, quienes compartieron con los asistentes al Encuentro los avances y los desafíos de la red ciudadana de monitoreo de calidad de aire.
Mientras que el segundo y tercer día fueron encuentros cerrados entre invitados para lograr acuerdos entre organizaciones y países, fortalecer proyectos en pro de la calidad del aire y la justicia climática, y definir líneas estratégicas de acción conjunta para disminuir la contaminación del aire desde la movilización ciudadana y la incidencia.
Para Alejandro Daly, director general de El Derecho a No Obedecer, proyecto de la Corporación Otraparte, “cada vez más ciudadanos y ciudadanas de América Latina sienten y ven que la contaminación del aire y la emergencia climática en sus ciudades son problemas públicos que van en aumento”.
Para Daly, “la mayoría de las fuentes de contaminación del aire de las ciudades están más allá del control de las personas y afrontarlas requiere de medidas estructurales por parte de los gobiernos. Por esto, solucionar la problemática de la contaminación atmosférica requiere de la articulación de distintos actores con la misión de proteger los derechos humanos de quienes se exponen a la mala calidad del aire y de aportar al cumplimiento de las metas climáticas de los países”.
“Lo que más me ha impactado es la pluralidad de actores, de voces y visiones que existen en torno a movilizarnos a un mismo interés. Debemos apuntarle a una gran convergencia latinoamericana de cooperación por esa meta en común que es el aire puro en nuestras ciudades”, expresó, Camilo Villa, asistente al foro
El encuentro finalizó su agenda de actividades el viernes 12 de agosto, con una acción simbólica en la Plaza de Lourdes, en Bogotá, en la cual 40 investigadores y activistas por el aire de América Latina se reunieron para interactuar con un cuerpo humano construido con basura y plástico, y dividido en una parte saludable y otra enferma. La figura humana fue elaborada con esos elementos para relacionar la mala calidad del aire y la contaminación con el uso inadecuado de estos materiales.
Al finalizar el Encuentro, se destacó la creación de la Coalición Latinoamericana por el Aire Limpio, ALAire, con los siguientes acuerdos:
- La Coalición se reunirá anualmente. En caso de no ser posible se realizará bianualmente. Se propone Brasil como sede para el 2022 o en segundo escenario Chile.
- Las organizaciones pertenecientes a la Coalición se comprometen a regresar a sus países buscando expandir la Coalición dentro del país y a países vecinos.
- La Coalición se reunirá en plenaria cada 3 meses. Las reuniones serán convocadas por la Secretaría Técnica.
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